2 de abril: “Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas”
Aquellos que protagonizaron una historia que nunca eligieron vivir
El 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas, en búsqueda de recuperar la soberanía sobre las mismas. En ese momento, un gran porcentaje de la población estaba entusiasmada con este hecho. ¡Claro que sí! Todos/as queremos recuperar las Malvinas. Pero en ese entonces, esta guerra no se trató de soberanía, sino de violencia y falta de libertad…
Los/as invitamos a que miren este pequeño video:
Como aquel joven del video, muchos/as hombres y mujeres de tan solo 18 años, fueron arrancados de sus vidas, sin posibilidad de decisión, para ser llevados a la guerra.
Ellos/as, no estaban preparados/as para semejante acontecimiento.
En un escenario poblado de violencia, murieron 649 argentinos.
La vuelta: la búsqueda del olvido
74 días después, la guerra había terminado y las Fuerzas Armadas, responsables de la misma, intentaron que lo ocurrido no quedara guardado en la memoria de la población. Se obligó a los/as soldados/as a ocultar sus sentimientos, a no compartir las experiencias de abandono por parte de sus jefes, a hacer silencio. Para ello, a muchos/as se les pidió que firmaran un documento en el que se los/as obligaba a mantener silencio.
Las mujeres: una historia silenciada
La memoria siempre se produce en tiempo presente. Por este motivo, el abordaje de la historia reciente argentina incorpora algunas preguntas y problemáticas que nos atraviesan como sociedad en la actualidad.
¿Quiénes son las mujeres veteranas? ¿Cómo llegaron a la guerra en las Islas Malvinas?
A la guerra de Malvinas también fueron mujeres. Eran jóvenes entre 19 y 30 años, muchas de ellas se habían graduado hace muy poco tiempo, y no tenían experiencia militar.
Las mujeres que participaron en el conflicto de Malvinas en 1982 lo hicieron como instrumentadoras quirúrgicas, enfermeras u otras profesiones, tales como personal a bordo de aviones que trasladaban heridos de las islas al continente, oficiales o personal de buques mercantes con tareas logísticas o también como operaciones de inteligencia.
Ellas, como enfermeras militares, estuvieron en el Hospital reubicable en Comodoro Rivadavia. Allí llegaban los heridos de Malvinas, y estas mujeres veteranas se encargaban de sus cuidados y contención. Muchas veces, fueron las intermediarias entre los veteranos y sus familias.
Recién en el año 2012, una resolución del Ministerio de Defensa reconoció y visibilizó a algunas de estas mujeres.
Hoy, seguimos plantando memoria.
Nuevamente, como país, como pueblo y como escuela, afirmamos que hacer memoria es la única manera de que algunos hechos no se repitan nunca más.
Hoy, no existe el servicio militar obligatorio, participar de este tipo de conflictos es una elección libre de cada persona.
Además, en lo que respecta a Malvinas, nuestra constitución señala que este reclamo, aún vigente, puede continuarse por vías exclusivamente diplomáticas, sin guerras ni violencia de por medio.
Hoy, una vez más, plantamos memoria, y decimos “Nunca más”.